Elise Christie

Campeona del Mundo de patinaje de velocidad en pista corta. Cuando una amiga de Elise Christie la invitó a una pista de patinaje a los siete años, descubrió una afinidad natural con el hielo. Elise empezó con el patinaje artístico, pero no tardó en darse cuenta de que quería competir. "Me gustaba la adrenalina de las carreras. Gané mi primera carrera y me regalaron una caja de bombones", cuenta hoy Elise. "Pensé: '¿regalan bombones en vez de medallas? Esto es mucho mejor'".

A los 16 años la invitaron a entrenar en el centro nacional de patinaje de velocidad en pista corta. Tuvo que mudarse de Escocia a Nottingham, pero su ascenso en las filas británicas fue meteórico. De no haber visto nunca una pista de tamaño natural, pasó de ser una de las patinadoras más lentas del equipo a una de las mejores del mundo. Ganó medallas de oro en varias distancias en los Campeonatos de Europa y del Mundo y se clasificó para los Juegos Olímpicos. Una fractura de tobillo le impidió participar en Tokio, y admite que su vida entró en una especie de encrucijada. "Había llegado a un punto en el que no sabía qué hacer con mi vida. Podría haber entrado en una espiral descendente, porque ya había estado en esa situación antes, pero lo que descubrí en eSC fue que la forma en que me trataron fue muy refrescante".

La historia de su lucha contra la ansiedad y la salud mental se detalla en su libro "Resilience".